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Los Uigures: la historia de un etnocidio en el siglo XXI

Parece una historia sacada de una película. Sin embargo, la situación de la etnia Uigur es una triste realidad que pone en duda, una vez más, los valores de la humanidad. Una violación grave de los derechos humanos que lleva demasiado tiempo en la oscuridad mediática.

17/10/20 por Mathilde Parmentier

Hace 4 años, empezó a construirse lo que llegará a ser el sistema de concentración más grande del mundo desde la Segunda Guerra Mundial, constituido por 380 campos entre 2017 y 2020. En un acto de etnocidio, se estima a 3 millones las personas de cultura uigur encerradas en dichos campos – según el gobierno americano – por el mero hecho de manifestar su religión o cultura. Según las palabras de Dilnur Reyhan, presidenta del Instituto Uigur de Europa, estimamos que unos 1,3 millones de uigures son “reeducados” en estos campos desde 2014. Dichos complejos que los prisioneros han sido llevados a construir ellos mismos, están presentes principalmente en la ciudad de Yining, China.

Los Uigures son una población de origen descendiente turco localizada en la región de Xinjiang – Asia central – también llamada Turquestán oriental. Este grupo étnico, mayoritariamente musulmán suní, constituye uno de los pilares de la civilización turca en materia de religión y cultura. Según datos chinos, 12 millones de Uigures se reparten por las tierras de esta región autónoma de China, sufriendo o viendo a sus prójimos sufrir tratos inaceptables.

En estos campos, las personas están condenadas al trabajo forzado para multinacionales en unas 27 fábricas implicadas. De momento, 83 empresas han sido interpeladas. Abajo pueden consultar la lista de estas empresas implicadas en el trabajo forzado de los uigures, facilitada por el Comité parlamentario de Raphaël Glucksmann. Además, la gran demanda de mascarillas sanitarias debido a la expansión del COVID-19 dió lugar a que 17 de las 51 empresas de fabricación de dichas mascarillas (estimado el 30 de junio de 2020) recurren al trabajo forzado de los Uigures. Según una ONG australiana, entre 2017 y 2019, más de 80 mil personas han sido deportadas y puestas a trabajar contra su voluntad en estas fábricas.

Lista De Las Empresas Implicadas En El Trabajo Forzado De Los Uigures

Abercrombie & Fitch, Acer, Alstom, Apple, Asus, BAIC Motor, BMW, Bombardier, Bosch, BYD, Candy, Carter’s, Cerruti 1881, Changan Automobile, Cisco, CRRC, Dell, Electrolux, Fila, Founder Goupi, GAC Group (automobiles), Gap, Geely Auto, General Electric, General Motors, Google, Haier, Hart Schaffner Marx, Hisense, Hitachi, HP, HTC, Huawei, iFlyTek, Jack & Jones, Jaguar, Japan Display Inc., J. L. Bean, Land Rover, Lenovo, LG, Li-Ning, Mayor, Meizu, Mercedes-Benz, MG, Microsoft, Mitsubishi, Mitsumi, Nike, Nintendo, Nokia, The North Face, Oculus, Oppo, Panasonic, Polo Ralph Lauren, Puma, Roewe, SAIC Motor, Samsung, SGMW Sharp, Siemens, Skechers, Sony, TDK, Toshiba, Tsinghua Tongfang, Uniqlo, Victoria’s Secret, Vivo, Volkswagen, Xiaomi, Zegna, ZTE.

Según miles de testimonios, la situación vivida en estos campos de concentración es miserable. Podemos encontrar la tortura, la sobrepoblación, el lavado de cerebro (clases de canto patriótico, clases de autodenunciación – autocrítica hacía su propia cultura o etnía), aprendizaje forzoso del chino o la esterilización forzada y de masa. Estas personas suelen llevar cadenas en los pies y carecen de higiene, agua y comida. Sufren castigos cuando se niegan a obedecer, como la privatización de la alimentación. También son frecuentes los asesinatos. Varios presidentes de universidades uigures fueron condenados a muerte. Los primeros concernados son las elites uigures por su influencia y las más vulnerables son las mujeres que viven la humiliación constante, a través de, entre otros, la violación – también ejercida sobre los hombres jóvenes. Según las últimas noticias del Comité parlamentario de Raphaël Glucksmann, los Uigures también serían usados como banco de órganos, representando una gran parte de las transplantaciones ilegales anuales en China.

“Por una parte están los campos de concentración y por otra la supervivencia de esta colectividad fuera de los campos”, explica Dilnur Reyhan durante una entrevista en la televisión francesa. “La región uigur es considerada la más vigilada del mundo en términos de apartheid, con la tecnología más alta disponible en China”. En las casas de las familias uigures se ubican unos códigos QR en la entrada, los cuales escanean los policías chinos que, gracias a una aplicación, pueden obtener mucha información sobre estas familias como cuántos son, cuantas veces rezan o si han bebido vino. Esta población también está bajo observación constante mediante videovigilancia con reconocimiento facial y sus coches están rastreados por GPS.

Estos años, han sido implementadas varias campañas por el gobierno como la campaña de esterilización, la campaña de belleza (les cortan el pelo y/o la ropa porque son supuestamente demasiado largos y tradicionales) o la campaña de Falso primo. En 2016, dieron comienzo a la campaña de Falso primo, la cual consiste en enviar funcionarios chinos en las casas uigures de la región para así poder vigilarlos de cerca. Mientras los maridos o hermanos están de viaje o internados en los campos de concentración, estos funcionarios visitan a estas familias para asegurarse de su “buen comportamiento” – cocinar platos chinos, no leer el Corán, ni rezar. Además, si el funcionario desea compartir la cama con la mujer, ella está en la obligación de aceptar. Según Dutch Uyghur Human Rights y numerosos testimonios, los abusos sexuales y violaciones son muy frecuentes durante estas visitas. 

Imagen de Aleksandar

La situación mediática

Desde hace 4 años existe un silencio ensordecedor sobre la condición de los Uigures y la existencia de estos campos de concentración. Para defenderse, China emplea la excusa de la “lucha contra el terrorismo”. Hace más de un año, la televisión del Estado publicó un documental para demostrar que estos complejos tan sólo son centros de reeducación donde los Uigures ingresan de manera voluntaria, proporcionándoles un marco legal (minuto 17 del siguiente vídeo). El acceso a estos establecimientos está estrictamente prohibido al público, lo cual hace que las imágenes de estos campos sean raras. Además, la importante censura existente en China no favorece el tráfico de información. En 2019, el New York Times publicó un informe chino de 400 páginas que prueban el maltrato y el etnocidio contra los Uigures. 

 

Imagen de Tiago Fernandez

Esta persecución no se limita a la región de Xinjiang, sino que también aparece en otros países. El gobierno determinado, muchos Uigures refugiados están secuestrados en las embajadas chinas en Francia. Existen unos 2 mil refugiados en Kazajistán y algunos en Europa que corren el riesgo de ser llevados y “encaminados” por el gobierno chino. En 2018, la policía china fuerza a los Uigures residentes en Francia y a sus parejas a librar su información personal amenazando a sus familiares residentes en China.

Ya era tiempo que la población internacional despertara y que los medios de comunicación empezaran a cubrir la noticia de manera proporcional a la gravedad de la situación. Estados Unidos ha tomado medidas para presionar a China, y el Parlamento Europeo negocia el cese de actividad entre las multinacionales y el trabajo forzado de los Uigures. Esperamos que uniendo todas las fuerzas y herramientas que están a nuestro alcance, podamos poner un punto final a esta actividad inhumana.