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Salud mental, la cara B de la pandemia

«La salud mental ocupa un lugar secundario en la colectividad. No dudamos en recurrir a un especialista cuando nos encontramos ante un problema físico, no obstante, esto no sucede de igual modo cuando se trata de una cuestión psíquica.»

11/02/2021 por Paula Domínguez

Imagen de Zachary Debottis

Concepto

La OMS define la salud como «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». En nuestra cotidianeidad restamos importancia al factor psicológico, lo cual se convierte en desencadenante de múltiples problemas y trastornos.

¿Es este un tema tabú?

La salud mental ocupa un lugar secundario en la colectividad. No dudamos en recurrir a un especialista cuando nos encontramos ante un problema físico, no obstante, esto no sucede de igual modo cuando se trata de una cuestión psíquica.

El presente tabú, provoca un terrible desconocimiento en la población, lo que favorece la aparición de prejuicios, tópicos y consiguiente frivolización. Es el caso de identificar un trastorno bipolar cuando se trata de cambios de humor, o equiparar la depresión a la tristeza.

La incidencia del COVID-19 en la salud mental

Durante la pandemia, el bombardeo masivo de información junto a las circunstancias individuales, han sido los detonantes del auge de distintos problemas. La salud mental se encuentra a la orden del día más que nunca, puesto que la situación nos ha afectado directamente de una manera u otra.

Imagen de Zachary Debottis

Brecha social

Gracias a la terapia cognitiva del comportamiento, el usuario acoge herramientas para poder sobrellevar y/o erradicar su problemática. No obstante, este tipo de ayudas no suelen ser muy asequibles, por lo que la brecha socioeconómica se encuentra latente. Esto no ha de tratarse de un privilegio, sino un servicio de primera necesidad con total accesibilidad a toda la población independientemente de su condición.

El lenguaje

Este objeto se encuentra implícito en el léxico, distintas palabras y expresiones que utilizamos en el día a día. Lo cual denota la interiorización de ciertos prejuicios por parte de la sociedad. El lenguaje es el espejo del alma, por ello es de gran relevancia cuidar el mismo y no caer en burdos estereotipos.

Dichos comportamientos perpetúan la estigmatización de la salud mental, es importante que esta deje de mostrarse como algo vergonzoso para, de este modo, facilitar la prevención de ciertos problemas o que el individuo sepa lidiar con los mismos. Dar visibilidad y normalizar la expresión de las emociones es un paso fundamental para lograrlo, pues la concienciación es la base para construir una vida plena.